Estilo de vida físicamente activo como un enfoque para enfrentar COVID-19

Introducción:

La rápida e incontrolable propagación del nuevo coronavirus (SARS-CoV-2) en todo el mundo, junto con su gravedad, llevó al Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a caracterizar la situación como una pandemia el 11 de marzo. 2020. Actualmente es posible observar esfuerzos cada vez más intensos por parte de las organizaciones de salud y las autoridades públicas con el objetivo de contener el progreso y la propagación del SARS-CoV-2. El SARS-CoV-2 ha surgido como un nuevo subtipo de síndrome respiratorio agudo severo humano (SARS-CoV) caracterizado por una alta capacidad de transmisión e inducción de infección respiratoria severa. Estudios recientes han demostrado una alta prevalencia de hipertensión y diabetes en pacientes ancianos afectados por COVID-19 que murieron en Wuhan, China,que fue el epicentro del brote de SARS-CoV-2; Esto sugiere que estas comorbilidades son factores de riesgo importantes para el deterioro y un peor pronóstico de las complicaciones asociadas con COVID-19.

Problemática:

Teniendo en cuenta las recomendaciones para el aislamiento social que se imponen actualmente en diferentes países, es fundamental alentar a la población a mantener una rutina de estilo de vida físicamente activa como medida de salud preventiva durante este período de confrontación con la propagación del virus. Durante los períodos de confinamiento en el hogar, la población tiende a adoptar una rutina sedentaria, que favorece el aumento de peso corporal, así como la aparición de comorbilidades asociadas con un mayor riesgo cardiovascular, como la obesidad, el aumento de la presión arterial y la intolerancia a la glucosa, además a trastornos psicosociales como ansiedad y depresión. El comportamiento sedentario, ya sea sentado, mirando televisión o pasando tiempo frente a dispositivos electrónicos, de hecho se ha asociado con un mayor peso corporal en niños, adolescentes, adultos y ancianos.6 , así como con un marcado aumento en el riesgo de mortalidad cardiovascular.

Por el contrario, se ha demostrado que el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y mortalidad se reduce en individuos con hábitos de vida físicamente activos, como ir a caminatas moderadamente intensas. Además, se ha demostrado que el riesgo de infección del tracto respiratorio superior debido al coronavirus es potencialmente mayor en presencia de deficiencia del sistema inmunitario. En este sentido, existe una fuerte evidencia en la literatura de que practicar ejercicio físico es una medida beneficiosa para mejorar la inmunidad. El American College of Sports Medicine ha publicado recientemente una guía que sugiere que se debe mantener una actividad física moderadamente intensa durante el período de cuarentena debido al SARS-CoV-2, enfatizando la importancia de cada minuto de actividad física para la salud.

Vale la pena recordar que, para individuos sanos y asintomáticos, la OMS recomienda al menos 150 minutos de actividad física por semana para adultos y 300 minutos por semana para niños y adolescentes.Este tiempo de actividad física debe acumularse durante los días de la semana; puede dividirse de acuerdo con la rutina individual, y preferiblemente debe estar compuesto de él puede dividirse de acuerdo con la rutina individual, y preferiblemente debe estar compuesto de actividad de intensidad moderada y vigorosa. Hacemos hincapié en la importancia de los consejos del ejercicio físico y de profesionales para adaptar adecuadamente la práctica de actividades físicas para la población. 

Es fundamental que las personas que realizan ejercicio físico regularmente mantengan su práctica, adaptándolas, sin embargo, a las condiciones actuales de movimiento restringido. La importancia de mantenerse físicamente activo debe enfatizarse aún más para las personas de edad avanzada, a quienes se ha demostrado que presentan más comorbilidades y un mayor riesgo cardiovascular, Además de ser más vulnerable a COVID-19. Las poblaciones con comorbilidades cardiovasculares deben realizar actividades físicas diariamente, manteniendo el tratamiento farmacológico y respetando sus eventuales limitaciones físicas y las recomendaciones de los profesionales de la salud. La práctica de ejercicio físico debe interrumpirse cuando los síntomas relacionados con COVID-19, como fiebre, tos seca y disnea, están presentes en reposo.

Es importante enfatizar que el ambiente del hogar y la familia también es propicio para realizar actividad física. De esta manera, independientemente del rango de edad, se deben recomendar los siguientes comportamientos y actitudes, que ayudarán a la población a mantenerse físicamente activa y mantener la salud física y mental y que serán importantes para enfrentar este momento de aislamiento social:

• Realice actividades físicas que sean agradables, explorando espacios alrededor de la casa y utilizando equipos para moverse;

• Realizar actividades diarias, como limpiar, mantener y organizar espacios alrededor de la casa;

• Juegue y haga ejercicio con niños, adolescentes y mascotas, usando juegos que promuevan un gasto de energía mayor que el descanso;

• Evite el comportamiento sedentario, alternando el tiempo que pasa sentado o acostado con períodos de actividad física, reduciendo el tiempo dedicado al uso de dispositivos electrónicos;

• Dedique unos minutos a las actividades de estiramiento, relajación y meditación.

De esta manera, frente al crecimiento exponencial de esta pandemia en Brasil, las recomendaciones de los profesionales de la salud de que la población mantenga un estilo de vida físicamente activo debe entenderse como un enfoque importante para combatir el COVID-19 y las posibles consecuencias del confinamiento social, junto con otros medidas que están adoptando los sectores mundiales de salud pública.

FUENTE: https://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0066-782X2020005006201&lng=en&nrm=iso&tlng=en 

1 Laboratorio de Fisiología del Ejercicio - Departamento de Fisiología - Universidade Federal de São Paulo (UNIFESP), São Paulo, SP - Brasil

2 Instituto do Coração (InCor) - Facultad de Medicina - Universidade de São Paulo, São Paulo, SP - Brasil

3 Universidade Nove de Julho (UNINOVE), São Paulo, SP - Brasil

4 Pontifícia Universidade Católica de Campinas (PUC-Campinas), Campinas, SP - Brasil

REFERENCIAS:

1. Organización Mundial de la Salud. (OMS) Palabras de apertura del Director General de la OMS en la conferencia de prensa sobre COVID-19. [Internet] [Citado en 2020 Mar22] Disponible en: https://www.who.int/dg/speeches/detail/who-director-general-s-opening-remarks-at-the-media-briefing-on- covid-19 --- 11-marzo-2020 . [ Enlaces ]

2. Zhou F, Yu T, Du R, Fan G, Liu Y, Liu Z, et al. Curso clínico y factores de riesgo de mortalidad de pacientes adultos hospitalizados con COVID-19 en Wuhan, China: un estudio de cohorte retrospectivo. Lancet.2020 Mar 11.pii: S0140-6736 (20) 30566-3 [ Enlaces ]

3. Wu C, Chen X, Cai Y, Xia J, Zhou X, Xu S, et al. Factores de riesgo asociados con el síndrome de dificultad respiratoria aguda y muerte en pacientes con neumonía por enfermedad por coronavirus 2019 en Wuhan, China. JAMA Intern Med. 2020 13 de marzo [Epub adelante imprimir] [ Enlaces ]

4. Tanaka C, Reilly JJ, Tanaka M, Tanaka S. Cambios de peso, comportamiento sedentario y actividad física durante el año escolar y las vacaciones de verano. Int J Environ Res Salud Pública. 4 de mayo de 2018; 15 (5) pii: E915. [ Enlaces ]

5. Cureau FV, Sparrenberger K, Bloch KV, Ekelund U, Schaan BD. Asociaciones de múltiples comportamientos de estilo de vida poco saludables con sobrepeso / obesidad y obesidad abdominal entre adolescentes brasileños: una encuesta a nivel nacional. Nutr Metab Cardiovasc Dis. 2018; 28 (7): 765-74. [ Enlaces ]

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7. Patterson R, McNamara E, Tainio M, de Sá TH, Smith AD, Sharp SJ, et al. Comportamiento sedentario y riesgo de mortalidad por todas las causas, cardiovascular y por cáncer, y diabetes tipo 2 incidente: una revisión sistemática y un metanálisis de respuesta a la dosis. Eur J Epidemiol. 2018; 33 (9): 811-29. [ Enlaces ]

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14. Organización Mundial de la Salud. (OMS) . Recomendaciones globales sobre actividad física para la salud. Ginebra; 2010. [ Enlaces ]

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